Adolf Hitler: Su lucha… Nuestro ocaso.

Es inevitable hablar sobre la Segunda Guerra Mundial, sin referirse a la figura de Adolf Hitler. Para tomar conocimiento de la magnitud que adquirió este personaje histórico, podemos decir que en la actualidad es catalogado como el segundo anticristo luego de Napoleón Bonaparte. Curiosamente, ambos líderes imperialistas, encontraron su perdición en la blanca e impoluta nieve rusa.
Este personaje nefasto, fue dado a luz el 20 de Abril de 1889, en Braunau am Inn, Imperio Austrohúngaro. Su padre Alois Hitler, fue un agente de aduanas y su madre Klara Pölzl, una campesina. Tuvo una infancia muy dura debido a los constantes castigos recibidos por su progenitor y fue un estudiante mediocre que no llegó a concluir la educación secundaria.

Adolf Hitler a los pocos meses de edad.

Pintor fracasado y quizás el mejor orador de la historia mundial. En 1914, luego de que estalle la Primera Guerra Mundial, se presentó como voluntario en el ejército alemán ascendiendo al rango de cabo. Fue un soldado valiente y eficaz, obteniendo de esta forma la Cruz de Hierro de 2ª y 1ª clase respectivamente. Al finalizar la contienda con la derrota de Alemania, Hitler se unió al Partido Obrero Alemán, precursor del partido nazi en 1919, y se convirtió en líder del NSDAP en 1921. En 1923 Hitler intentó realizar un golpe de estado (Putsch de Múnich) con un resultado fallido y por el cuál fue encarcelado. Durante su estancia en la cárcel escribió su libro Mein Kampf (Mi Lucha), en el cuál expone su ideología y algunos datos autobiográficos. Después de su liberación en 1924, Hitler obtuvo el apoyo de un gran número de personas, mediante la promoción del antisemitismo y del pangermanismo. Fue nombrado Canciller Imperial (Reichskanzler) en enero de 1933 y transformó la República de Weimar en el Tercer Reich, que gobernaba con un partido único (NSDAP) basado en el totalitarismo y un régimen dictatorial.

Pintura de Adolf Hitler rechazada por la Academia de Bellas Artes de Viena.

Hitler tenía como objetivo expandir la ideología de la Alemania nazi y conseguir la hegemonía absoluta del continente europeo. Debido a esto, optó por la política de rearmar el ejército y perfeccionarlo, con el fin de apoderarse de Lebensraum (espacio vital) para los pueblos germánicos.
En el mes de Septiembre de 1939, Adolf Hitler ordenó la invasión de Polonia por la Wehrmacht y con este hecho se desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Lejos de atemorizarse por sus nuevos enemigos, las fuerzas alemanas y sus aliados ocuparon la mayor parte de Europa y África del Norte.
Por motivos raciales, Hitler ordenó la “limpieza” de todas las razas a las que él consideraba inferiores e indignas de habitar el suelo alemán. El saldo de esto, fue la muerte de 6 millones de judíos y entre 500.000 y 1.500.000 de gitanos. Esta masacre es conocida como el Holocausto.

Adolf Hitler (derecha) junto a otros dos soldados alemanes durante la Primera Guerra Mundial.

Su profundo odio al comunismo y su rivalidad con Stalin, lo llevaron a obsesionarse por conquistar Rusia. Esta campaña terminaría con las aspiraciones de Hitler de ganar la guerra, ya que resultó desastrosa en cuanto a pérdidas militares y económicas.
Según la versión oficial, en los últimos días del conflicto bélico, durante la Batalla de Berlín en 1945, Hitler se casó con su último gran amor, Eva Braun. El 30 de Abril de ese mismo año, los dos se suicidaron y sus cadáveres se quemaron, con el fin de evitar que fueran exhibidos como trofeos de guerra por Ejército Rojo. Por otra parte, existen un gran número de versiones que aseguran que Hitler y su esposa escaparon de su búnker en Berlín y emigraron en un submarino hacia la Argentina. La simpatía de Juan Domingo Perón por el nazismo, habría sido uno de los motivos que facilitaron el ingreso y la permanencia de muchos jerarcas nazis en el país. ¿Qué nos hace pensar que el máximo líder de dicho partido no pudo haberse resguardado en nuestras tierras? ¿Por qué no se han encontrado pruebas concisas sobre la muerte del führer? Muchos interrogantes, pocas conjeturas… Tal vez nunca sepamos la verdad.

Adolf Hitler junto a niños alemanes pertenecientes a las Juventudes Hitlerianas.

Expertos afirman que si Hitler hubiera usado todo su talento político en post del bien y de la prosperidad del pueblo alemán, sin caer en la locura en la que finalmente cayó; hoy estaríamos en presencia de uno de los mejores líderes positivos de la historia. Como todos sabemos esto no sucedió y es en vano pensar en cómo sería el mundo, si el Hitler no hubiese sido el que finalmente fue. Quizás estaba escrito en el destino que naciera en donde nació. Tal vez era inevitable que adquiriera la ideología que finalmente adquirió y que lo llevó a perpetrar los peores genocidios que conoció la humanidad.
Reflexionando sobre la cuestión planteada anteriormente, debo decir que hay cosas que si se pueden evitar. Está en nosotros analizar los errores cometidos en el pasado y tratar de que no sucedan jamás. No nos olvidemos que Hitler fue un niño, tal y como nosotros alguna vez fuimos. En algún momento de su existencia fue un ser puro e inocente, que jugaba con la vida de soldados… pero soldados de plomo. Aunque a muchas personas, incluyéndome a mí, nos cuesta separar a este infausto personaje en su versión infantil y adulta; debemos reconsiderar tal cuestión. No siempre existió el monstruo imperialista y racista. El contexto, las circunstancias, las influencias y la época en la que se desarrolló, sin lugar a dudas intervinieron en esa conversión. Primero estuvo la pureza, después la maldad. Y aunque suene utópico pensarlo: que bueno sería llegar al final de nuestras vidas habiendo conocido solo lo primero. 

Soldados del Ejército Rojo en las ruinas de la Cancillería del Reich, el lugar donde presuntamente fueron quemados los cuerpos de Adolf Hitler y el de su mujer, Eva Braun.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho esta biografía acerca de Hitler. Lo analizas desde otro punto de vista, diferente a todo lo que vengo leyendo. Interesante conocer la pintura que dibujó antes de ser quien fue.

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