*Ficha de la película:
Título original: Die Blechtrommel.
Año: 1979.
Duración: 142 minutos.
País: Alemania Federal.
Director: Volker Schlöndorff.
Guión: Jean-Claude Carriére, Franz Seitz, Volker Schlöndorff (Novela: Günter Grass).
Música: Maurice Jarre.
Fotografía: Igor Luther.
Reparto: David Bennent, Mario Adorf, Ángela Winkler, Daniel Olbrychski, Charles Aznavour, Andrea Ferréol, Heinz Bennent.
Productora: Coproducción Alemania Federal-Francia.
Premios: 1979: Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
1979: Festival de Cannes: Palma de Oro (Ex-Aequo con Apocalypse Now).
Género: Drama. Bélico.
Temática: Segunda Guerra Mundial. Nazismo. Holocausto judío (en menor medida).
Resúmen de la película "El tambor de hojalata". Subido por Sergio Veisaga.
Esta película está basada en la novela homónima del premio Nobel de Literatura de 1999, Günter Grass. Algunas personas la catalogan como una obra maestra, mientras que otras la consideran un gran fiasco. Así es el tambor de hojalata, despierta amores y odios por igual.
Particularmente yo la considero un gran filme. Se encuentra repleta de analogías y elementos simbólicos que reflejan una sociedad canalla, que colabora con el ascenso del nacionalsocialismo en Alemania y que fomenta el racismo y el odio hacia los judíos. Definitivamente fue una película que me marcó. Desarrolló aún más en mí, el interés sobre todo lo relacionado a la Segunda Guerra Mundial, el nazismo y el holocausto de ciertos pueblos.
El tambor de hojalata cuenta la historia de Oskar Matzerath, un niño alemán que decide no seguir creciendo al ver la hipocresía con la que se maneja el mundo de los adultos.
La película comienza cuando Anna Bronski se encuentra en el campo cosechando papas y ayuda a Joseph Koljaiczek, un fugitivo incendiario, a escapar de la policía del II Reich alemán. Koljaiczek se esconde bajo las faldas de Anna y mantiene relaciones sexuales con ella, concibiendo una vida. Una vez pasado el peligro, Anna y Joseph se casan y tienen a su hija, a la que llaman Agnes. Tiempo después, la policía identifica a Koljaiczek y trata de capturarlo sin éxito, ya que éste escapa tirándose a un lago. Joseph jamás vuelve a ver a Anna y se piensa que murió ahogado en la huida o que emigró hacia los Estados Unidos haciéndose millonario.
Una de las escenas iniciales de la película, donde Anna
Bronski esconde entre sus faldas a Joseph Koljaiczek.
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Luego de este revés familiar, la historia se sitúa en la ciudad libre de Danzig en 1920. Agnes, quien ya es una una bella joven, mantiene un romance con su primo de origen casubo, Jan Bronski. Al ver una relación sin futuro, Jan se resigna y decide que lo mejor para Anna sería presentarle a su mejor amigo, Alfred Matzerath, un tendero y cocinero de origen alemán. Alfred y Agnes se casan oficialmente, pero ésta sigue su amorío con Bronski. Los tres aceptan esta ambigua situación y deciden afrontar la vida juntos.
En 1924 nace Oskar, hijo de Agnes Bronski y de padre desconocido, debido a la situación familiar antes explicada. Al cumplir su tercer año, Oskar recibe como regalo un tambor de hojalata del que solo se separa cuando lo cambia por otro, debido al rompimiento del anterior. En dicho festejo, Oskar observa con cierto desprecio, la inmoralidad que reina en su familia y en el resto de los adultos que él conoce. Esto motiva a que el cumpleañero decida ponerle punto final a su crecimiento, con el fin de evitar la llegada de esa adultez tan llena de hipocresía. Para conseguir su objetivo, se tira al sótano desde una escalera muy alta y se golpea fuertemente la cabeza.
Agnes Koljaiczek, Oskar Matzerath, Jan Bronski y Alfred Matzerath.
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Después de este hecho tan significativo en la vida de Oskar, su existencia se desarrolla como la de cualquier otro niño alemán de la época. Un día, su tambor de hojalata se rompe y sus padres deciden sacárselo para que no se lastime. El niño forcejea para evitarlo y al ver que sus esfuerzos van a hacer en vano, grita de impotencia. Aquí se presenta otra gran particularidad del protagonista: El grito alcanza tonos agudos tan altos que consigue romper los vidrios y cristales cercanos.
Agnes es amiga de Sigismund Markus, un comerciante judío que le regala tambores de hojalata a Oskar cuando el que tiene ya está dañado. Markus está enamorado de Agnes, pero su amor jamás es correspondido por ella.
Durante una visita al circo, Oskar observa con cierto entusiasmo la actuación de un grupo de enanos: Bebra y sus Liliputienses. Por casualidad mantiene una charla con este viejo enano y le muestra lo que puede hacer al gritar fuertemente. Sorprendido por el talento del niño, el director le ofrece incorporarse al circo. Oskar lo piensa, pero rechaza la oferta dejando una puerta abierta para el futuro. De fondo se escuchan los gritos de Agnes y Alfred buscando al pequeño tamborilero. Bebra se despide de él diciendo: “Te están buscando mi querido amigo, pero nos volveremos a ver… somos demasiado pequeños para que nos perdamos”.
Alfred Matzerath, influenciado por la mayoría del pueblo alemán, se convierte en un ferviente admirador de Adolf Hitler y el nazismo. Entusiasmado, concurre a una reunión multitudinaria del partido nazi. En este contexto transcurre la escena más surrealista de la película. Oskar llega por su cuenta al evento y escondido bajo el escenario, comienza a tocar su tambor al mismo tiempo que la banda nacionalsocialista. Esto desconcierta a los músicos, quienes pierden el ritmo y terminan tocando canciones que hacen bailar a todos los asistentes. La alta esfera nazi se retira con un singular enojo, entre medio de una reciente lluvia.
Agnes se encuentra embarazada en secreto de Jan. Alfred cocina unas anguilas y en un principio Agnes se niega a probarlas ya que le da asco. Después de una fuerte discusión, declina su postura y las come tranquilamente. Quizás por este inconveniente, comienza a tener antojos desmesurados por el pescado crudo y lo come obsesivamente. Esta actitud enfermiza, más su deseo de no dar a luz al hijo que lleva en su vientre, la lleva a un estado de salud caótico. Finalmente, Agnes muere encerrada en un baño. En el entierro aparece un personaje que interviene en los momentos más importantes de la película. Se trata de un hombre con problemas mentales, que en esta ocasión pide limosna a las personas que concurren al cementerio.
Agnes Koljaiczek, Oskar Matzerath y Sigismund Markus.
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“Había una vez un tamborilero que se llamaba Oskar. Oskar perdió a su mamá que comió demasiado pescado”. “Había una vez un pueblo crédulo que creía en Papá Noel… pero Papá Noel era en realidad un ogro”. “Había una vez un tamborilero… se llamaba Oskar”. “Había una vez un vendedor de juguetes… se llamaba Markus, y se llevó consigo todos los juguetes de este mundo”. Con estas frases en off, pronunciadas por el Oskar que narra ciertas partes del filme, se inicia la barbarie nazi. Obviamente el pueblo crédulo era el pueblo alemán y el Papá Noel - Ogro, Adolf Hitler. En la Noche de los cristales rotos, la tienda de juguetes de Markus es destruída. Tal vez para evitar una larga y sufrida agonía, el comerciante judío se suicida.
La Segunda Guerra Mundial estalla con la destrucción de la Oficina de Correos Polacas de Danzig, a manos de los nazis. Justamente aquí es donde trabaja Jan Bronski y por un impulso del pequeño, él y Oskar terminan dentro del edificio. Los empleados del lugar inician una corta defensa que culmina con la ejecución, a manos de las SS, de Jan y los pocos sobrevivientes de la resistencia. Oskar consigue salvar su vida y se reencuentra con el loco que pedía limosnas en el entierro de su madre. Este personaje le entrega el casco de una bala que, según él, fue usada en el fusilamiento.
La abuela de Oskar, Anna, lleva a una joven prima del tamborilero a la casa de los Matzerath. Se llamaba María y venía para ayudar en las tareas de dicho hogar. Tenía 16 años, la misma edad de Oskar. Al tiempo el pequeño cantaba: “Amada María es todo mi afán. Servirla en la alegría y en el dolor cantar”. Fue su primer amor. Llevados por uno de los tantos juegos con los que se entretenían, Oskar y María terminan teniendo relaciones sexuales. Al mismo tiempo María tiene un romance con Alfred y Oskar los descubre, decepcionándose completamente. María da a luz a un niño al que llaman Kurt y se casa con Alfred. Oskar, cansado de la situación agarra al bebé y se despide temporalmente de él. En esta despedida le afirma que es su hijo y que le regalará un tambor a los 3 años. También le expresa que si no quiere seguir creciendo, él le enseñará como hacerlo.
María Bronski, Oskar Matzerath, Anna bronski y Kurt Matzerath.
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Oskar abandona la casa y se reencuentra con un viejo conocido, Bebra. El enano artista, ya no trabaja en el circo y ahora se gana la vida divirtiendo a los oficiales alemanes en el frente. Oskar se une al grupo de trabajo y se enamora de una enana italiana, llamada Roswitha Raguna. Ambos mantienen una relación y durante un bombardeo americano en París, ella muere. Oskar se deprime por la pérdida de su amada y decide regresar a casa. Bebra se despide de él diciendo: “¡Oh querido Oskar! Los enanos y los locos no debiéramos bailar sobre un hormigón que ha sido apisonado por gigantes”. Nunca más se vuelven a ver.
Oskar es recibido por María y Alfred, quienes justamente se encuentran celebrando el tercer cumpleaños de Kurt. Oskar, habiéndose acordado de este acontecimiento, le trajo un regalo de París: un tambor de hojalata.
La compañía de teatro Liliputiense: Bebra, Oskar Matzerath, Roswitha Raguna y los tres enanos payasos.
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Con una Alemania nazi ya derrotada, las tropas aliadas invaden el país teutón violando mujeres y matando a los colaboradores del Tercer Reich. Alfred trata de eliminar todo tipo de pruebas que puedan develar su afición por los ideales nacionalsocialistas. De pronto un
soldado ingresa en el refugio donde se encontraba la familia y Oskar devuelve a Alfred una insignia con una esvástica, que anteriormente él había escondido. Alfred intenta tragarse dicha insignia pero se atraganta. En la confusión, un soldado aliado decide matarlo. Este acontecimiento es digno de analizar. ¿Oskar quiso delatar a Alfred? ¿La entrega de la insignia nazi fue un acto inconsciente? Cuando uno observa la escena, llega a la conclusión de que Oskar actúo con cierta maldad y que en realidad deseaba que descubrieran a su “padre”. Razones no le faltaban. Alfred fue en parte culpable de la decisión de Oskar, de no seguir creciendo. Su comportamiento inmoral en torno a la relación de Jan (el otro supuesto padre de Oskar) y Agnes, dejaron huellas imborrables en el inconsciente del por entonces niño de 3 años. También podría haber buscado venganza, porque aquél hombre, sin enterarse, le “robó” el amor de María. “Su María”. El primer amor. Lo que hace tambalear esta hipótesis es la reacción de Oskar ante el asesinato de Alfred. Éste, grita y llora desesperadamente al ver como el ex fanático nazi cae desplomado al piso. Recordemos que para Oskar, Alfred era el padre. En fin, es una incógnita que será develada de acuerdo al criterio de cada espectador.
Oskar, que ya tiene 21 años, concurre al entierro de Alfred junto a María y Kurt. En un impulso que denota sus deseos de volver a crecer, arroja su tambor en la fosa para no volver a tocar jamás. Con esta acción expresa su decisión de formar parte del mundo de los adultos y de asumir las responsabilidades que éste demanda. Accidentalmente, Kurt contribuyó a este propósito. El pequeño se encontraba jugando con piedras en el cementerio y casi sin querer le arrojó una de ellas a Oskar. El ex tamborilero cayó sobre el ataúd de su supuesto padre, golpeándose fuertemente la cabeza. Situación similar a la que vivió años atrás, cuando decidió interrumpir su crecimiento. En este momento y por última vez, aparece el hombre con problemas mentales que ya había participado del entierro de Agnes y del fusilamiento de Jan. Éste se acerca a Oskar, lo examina y exclama: “¡Está creciendo! ¡Está creciendo! ¡Ha visto al señor! ¡El señor! ¡Está creciendo señor!”. En las escenas siguientes se observa a un Oskar recuperado parcialmente, que junto a María y Kurt parten en un tren con rumbo desconocido. Anna Bronski, la abuela de Oskar, se despide de ellos en la estación. Oskar y su abuela habían mantenido una relación muy estrecha durante la película. Siempre que él se sentía mal, se acurrucaba entre sus faldas para tranquilizarse. Tal vez emulando al abuelo que nunca conoció.
Oskar Matzerath despidiéndose de su abuela Anna Bronski.
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Las últimas palabras que se escuchan en la película, son los gritos desgarradores de Oskar despidiéndose de su tan amada abuela: “¡Abuelaaaaaa!” clamaba una y otra vez. Seguramente, dentro de si mismo sabía que era la última vez que sus ojos la contemplaban. En la escena final se puede ver a Anna Bronski cosechando papas en el campo. La película culmina tal como empezó. La única diferencia, es que ya pasaron más de 20 años y el mundo empieza a crecer.
Escena final de la película, donde una ya anciana Anna Bronski recoge papas en el campo.
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EXCELENTE ANÁLISIS Y RESÚMEN DE LA PELÍCULA... ME ENCANTÓ... MUY BUEN BLOG... ESPERO QUE SIGAS CREANDO ARTÍCULOS COMO ESTOS... SALUDOS...
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo. En el libro Oscar exime a Alfred de toda responsabilidad en la caida. Y tampoco entrega premeditadamente la insignia para que Alfred sea delatado. Oscar extiende la mano con la insignia nazi para matar un piojo de la chaqueta del soldado ruso. Alfred lo ve y se la quita. Pero decide, equivocadamente, esconderla en la boca. Oscar relata las otras opciones que tenía para esconderla. Oscar no estimaba a Alfred, pero no hasta ese punto.
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